Monday, April 24, 2006

Lo has decidido. Las circunstancias te lo impusieron. Alguna graduación, entrevista laboral o evento formal requiere que tu cuerpo se revista de terno. Tu mamá te va a llevar, un amigo te va a acompañar. No disponen de mucho tiempo. Has visto los mas elegantes estelares de la televisión. Te regocijas con la voz empática de Lucho Jaray y te ríes montones con Yerco. Estás seguro de que los italianos se visten a la moda. Bueno, esas ya son cuestiones tuyas y habrán otros momentos para ayudarte. De un precipicio te queremos salvar: Trata de no elegir un terno oscuro de tela liviana con líneas gruesas y de 4 o más botones. Consigue que el botón mas próximo a tu cuello sea el de la camisa y no el de la chaqueta. Y en vez de putear tanto a Bush, fíjate bien como anda vestido.

Saturday, April 22, 2006

Si está usted verdaderamente nervioso a causa del alza del IPC, y dejó de confiar en el buenmocísimo Andrés Velasco, cuando lo vio con un terno de tres botones y el primero de llos amenazando su esternón, tenga la delicadeza de no violentar al vendedor del kiosko con sus mezquinas aprensiones, preguntándole "¿a cuánto ESTÁN los cigarros?". Asuma que el precio, en una sociedad que gusta regirse por los designios que impone el libre mercado, corresponde al valor de los bienes y de los males y pregúntele al caballero: "¿cuánto VALEN?."
Si siendo las doce y media del día, está usted muriéndose de hambre, lo instamos a no cometer la torpeza de almorzar a esa hora. Vamos, si usted sabe lo que le conviene. Haga un esfuerzo, créanos, vale la pena. Saque a pasear a su perro, que, estamos seguro, responde a un nombre anglo, o, si no tiene mascota, váyase al gimnasio, trote, lo que sea. Una cosa le rogamos: no tenga el mal gusto de almorzar antes de las dos de la tarde.

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