Monday, June 05, 2006

la ascendencia del desorden



No. Usted no puede pretender que el ascenso que con tanta insistencia le propone el desorden es uno arraigado en esa tierra gris que nutre a la aristocracia criolla. No pudo haber pensado que el cerro que con tanta majadería le invitamos a escalar es el que en su cumbre sostiene a esta realeza de la contención y el recato. Bueno, y si no creyó eso, ¿por qué pensó que cada fin de semana largo era una oportunidad para ganar status y gastar bencina? No golpea tan rica esa brisa marina, no molesta tanto el smog de Santiago. Si quiere trepar, y el desorden le recomienda que lo haga, ocupe caminos menos transitados y recetas más sofisticadas como las que, de cuando en cuando, le deja caer el desorden. Como ésta por ejemplo. Quédese en Santiago y vaya a la fiesta.

Tuesday, May 23, 2006

Está bueno ya. Córtala. Está bien, cualquiera podría haber caído, pero ya ha pasado suficiente agua bajo el puente de la moda. Da lo mismo qué tan aburrido eres. También la disminuida confianza con que enfrentes oralemente la jungla de la vida social. Si no eres capaz de hacer reir con la boca, para de intentarlo con las corbatas y los boxers. El desorden prefiere pasar por majadero antes que permitirte seguir defecando fuera del tiesto. No nos da risa. Riveros, lo sabe ahora. Una corbata fea, si no te hace perder elecciones, por lo menos empeora tu look. Si quieres hacer reir a la gente, recomiéndales el desorden.

Monday, April 24, 2006

Lo has decidido. Las circunstancias te lo impusieron. Alguna graduación, entrevista laboral o evento formal requiere que tu cuerpo se revista de terno. Tu mamá te va a llevar, un amigo te va a acompañar. No disponen de mucho tiempo. Has visto los mas elegantes estelares de la televisión. Te regocijas con la voz empática de Lucho Jaray y te ríes montones con Yerco. Estás seguro de que los italianos se visten a la moda. Bueno, esas ya son cuestiones tuyas y habrán otros momentos para ayudarte. De un precipicio te queremos salvar: Trata de no elegir un terno oscuro de tela liviana con líneas gruesas y de 4 o más botones. Consigue que el botón mas próximo a tu cuello sea el de la camisa y no el de la chaqueta. Y en vez de putear tanto a Bush, fíjate bien como anda vestido.

Saturday, April 22, 2006

Si está usted verdaderamente nervioso a causa del alza del IPC, y dejó de confiar en el buenmocísimo Andrés Velasco, cuando lo vio con un terno de tres botones y el primero de llos amenazando su esternón, tenga la delicadeza de no violentar al vendedor del kiosko con sus mezquinas aprensiones, preguntándole "¿a cuánto ESTÁN los cigarros?". Asuma que el precio, en una sociedad que gusta regirse por los designios que impone el libre mercado, corresponde al valor de los bienes y de los males y pregúntele al caballero: "¿cuánto VALEN?."
Si siendo las doce y media del día, está usted muriéndose de hambre, lo instamos a no cometer la torpeza de almorzar a esa hora. Vamos, si usted sabe lo que le conviene. Haga un esfuerzo, créanos, vale la pena. Saque a pasear a su perro, que, estamos seguro, responde a un nombre anglo, o, si no tiene mascota, váyase al gimnasio, trote, lo que sea. Una cosa le rogamos: no tenga el mal gusto de almorzar antes de las dos de la tarde.

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